El 22 de agosto, hora local, los medios italianos informaron que si Rusia detiene el suministro de gas en agosto, podría provocar que los países de la eurozona se queden sin reservas de gas a finales de año, siendo Italia y Alemania los dos países con mayor riesgo perdiendo un 2,5 %. de su producto interior bruto, citando una evaluación del Mecanismo Europeo de Estabilidad.
Según el análisis, el cese del suministro de gas procedente de Rusia podría desencadenar un racionamiento energético y una recesión económica en los países de la eurozona. Si no se toman medidas, la eurozona podría perder el 1,7% de su PIB; si la UE exige a los países que reduzcan su consumo de gas hasta en un 15%, la pérdida de PIB para los países de la eurozona podría ser del 1,1%.